¿ y dONDE EstAs?

No me desordene la casa, ya se lo dije por las buenas no me lo haga repetir. Estas eran siempre las palabras que con furia repetía día tras día a ese niño que me volvía loca, que con su llegada se posaban zapatos en la sala, cocina sucia y de nuevo todo un oficio por hacer, pero el con su mirada me compraba, me ablandaba el corazón y de nuevo caía en sus garras, te quiero care torta me lo decía de cariño una y otra vez, yo más, le respondía, y así era siempre una pelea posada sobre otra, pero siempre había una sonrisa que hacia olvidar todo. El con sus cejas abundantes, sus cachetes redondos, su mirada de pícaro y su sonrisa de niño travieso me lo decía todo.
Para donde va, no se demore, esa ropa no le sale, le decía yo como si fuera su madre, pero el no siempre era tan cordial, me respondía con un, no sea metida, le voy a decir a mi mama, yo veré, y yo moría de furia. Ahora paso el tiempo, seguramente es mas ordenado, pero donde estará, qué estará haciendo, solo se que al haberse ido dejo un vació y dolor, pero aún más cuando vi como agachaba la cabeza mientras esperaba el vuelo, siendo esta la ultima vez que lo vi tan cerca pero a la vez lo sentía ya tan lejos, solo anhelo tenerlo de nuevo en casa, eso si no volver a tiempos pasados por que seguramente esos tiempos solo serán recuerdos pero si compartir nuevas y mejor aventuras junto a mi amigo incondicional, mi único y adorado hermano.

Por: Mónica Arbeláez
Comunicación social
Oriente