Tres días después decido contarle a ella que dentro de muy poco tendría que partir hacia mi tierra natal, esto se lo dije con el fin de que entre los dos tomáramos la decisión de lo que pasaría con lo nuestro, al terminar una larga conversación decidimos que seguiríamos con nuestra relación a ver que podía pasar, pero lastimosamente el amor no era tan fuerte, pues al mes de yo haber regresado a mi casa el tiempo y la distancia acabaron con esta relación después de siete meses.
La despedida final fue en mi segunda visita después de haberme trasladado de municipio, y aunque yo ya preveía lo que iba a pasar, sentí que mi corazón se partía en mil pedazos, pues con el tiempo le había cogido un gran amor y un gran cariño a esa bella y tierna mujer, pero lastimosamente nada era como antes.
Ese regreso a casa se me hizo supremamente largo, y para colmo de males no tenía cabeza sino para pensar en ella, y de esta forma no me daba cuenta que me acercaba a una gran crisis.
Al bajarme del bus me dirigí a la casa de mis abuelos con la intención de olvidarme un poco de lo que me había sucedido en ese momento, pero más me demoré en llegar a la casa que en aislarme de todos mis familiares y sentarme solo en el comedor a seguir pensando en ella.
Pasados unos cuantos minutos mi madre se acerca y me pregunta que me pasa, yo sin poder contener mis lágrimas inicio a contarle lo que había pasado en mi corto viaje, al poco tiempo no aguanto mas esta sensación que golpea mi ser y decido seguir mi camino hasta llegar a mi casa.
Con el pasar de los días cada vez me sentía mas sumergido en un mundo que no sabría como explicarles y a pesar que contaba con el apoyo y la compañía de mi familia me sentía en una soledad inmensa.
Mi padre sufría y mi madre lloraba por ver la actitud que tenía en los últimos días, pues yo no salía de mi cuarto, no comía y no quería hablar con nadie. Ellos por tratar de ayudarme sufrieron mucho más con las palabras que salían de mi boca, pues eran hirientes y en gran parte desenfocadas de la realidad.
Después de algún tiempo comienzo a recobrar poco a poco mi verdadera personalidad y mi buen humor, ocasión que mi madre aprovecha para proponerme la opción de ingresar a estudiar, yo le acepto y decido presentarme una vez más al examen de admisión de la Universidad de Antioquia, a los ocho días de haber presentado este examen me encuentro con la gran sorpresa que he sido admitido, con este suceso se presenta un gran cambio en mi vida y me preparo para el cumplimiento de una nueva meta.
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