Nuestro mundo empezó a girar alrededor del regalo tan hermoso que nos había dado nuestro creador.
Mientras yo cambiaba físicamente e iba creciendo intelectualmente en la universidad, iba creciendo en mí una nueva vida.
La primera vez que te vimos solo eras una pequeña masa donde cada día se iba desarrollando una criatura, sentíamos mucha alegría y ganas de llorar y cada ves sentíamos más ansias de tenerte en nuestros brazos.
Sentíamos muchas ansias.
Cuando estabas un poco más grande, te volvimos a ver, pero esta vez ya tenias un cuerpecito hermoso y os mostraste tu sexo, tus manitos, piecitos.
Ese día nuestras mejillas se empaparon de lágrimas por la emoción indescriptible que sentíamos.
Cuando llegaste nos tomaste sorprendidos, ya que no era tiempo para que salieras, todavía te faltaban dos semanas, estábamos muy asustados, pero a la vez con muchas ganas de verte y saber que todo iba a salir bien.
Cuando saliste, eras tan hermoso era increíble ver como nuestro creador nos hizo con la capacidad de dar vidas.
Margareth Soto
Margareth, me parece que tu sensación estuvo bien, pues supiste describir la llegada de tu bebé, pero si fuera más extenso, hubiera sido mejor
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