La calle encantada

Una noche como cualquier otra mientras caminaba por la calle los recuerdos del pasado invadieron mi mente, esos hermosos recuerdos de mi niñez cuando nada me preocupaba, todo lo quería lo soñaba i lo imaginaba. Cuando todavía creía en los cuentos de Adams.
Ese recuerdo llego a mi mente cuando vi ese lugar resplandecido, tan lleno de vida, tan hermoso en el cual viví momentos inolvidables, donde cada fin de semana compartiendo con mis padres momentos de alegría y amor. Momentos que de alguna u otra manera marcaron mi vida. Recuerdo que un fin de semana salimos como de costumbre solo que esta vez me acompañaban unas amiguitas, mientras jugábamos mis padres se distrajeron un rato, en medio del juego nos trasladamos hacia el otro extremo del parque, era tanta la emoción que teníamos que no supimos como fuimos a dar a esa calle cerca del parque, tal vez jugando no lo sé, solo sé que el temor que sentimos fue muy grande, poro a pesar de eso permanecimos unidas con la certeza que no nos pasaría nada malo, empezamos a caminar y no sabíamos ara donde íbamos nos dé tuvimos in momento y observamos todo lo que nos rodeaba y descubrimos que estábamos de tras de la iglesia, que todo fue producto de la imaginación. Luego regresamos donde mis padres y le contamos todo lo que nos había sucedido, a ellos les causo mucha risa.
Ese es uno de los momentos más hermosos que tengo, en esa calle jugué muchos años a la cual le decían la calle de los locos, pero para mí era una calle maravillosa. Desde ese momento cada vez que iba al parque quería ir a esa calle que me produjo tanto miedo el primer día que la vi, ya que creí que estaba perdida.
Cuando veo un niño jugando en un parque me acuerdo de ese suceso que está grabado en mi mente aun que por momentos se me olvide.