Era el lugar perfecto, el que había imaginado al salir de mi casa, allí habían personas cultas, con sonrisas resplandecientes, con capacidad de interacción, la música de fondo daba un toque de tranquilidad a mi espíritu, cada 5 minutos aquel ángel de medidas perfectas pasaba por mi lado.
Dicho y hecho ahí estaba, en el lugar donde solo va la gente que tiene clase, una clase social demarcada que los sube a un pedestal impidiéndoles interactuar con el bajo mundo, pero que importa, que importan los de ese bajo mundo si ellos, los del alto están en el lugar donde todo les es puesto a sus manos, un factor que influye en su comportamiento y quizás el de mayor peso.
Sin preocupaciones de nada, seguí disfrutando de mi red, de mi mundo virtual, ese mundo donde solo se disfruta de buenas cosas, de las maravillas de la vida, ese mundo donde solo habitan los ricos, donde van cuando quieren hacer vida social virtual, ese Click que brinda a los estrato 5 gran comodidad y plenitud de vida.
Mientras caminaba me pregunté, ¿será lo mismo allá donde los sujetos del bajo mundo?
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