Penetrando el silencio

Siempre estoy acostumbrado a que el silencio sea el sonido que arrulle mis sueños, aunque era difícil ya que vivo al lado de una calle, pero estoy acostumbrado a esos sonidos normales, los carros afuera que se anuncian de oído a oído cuando sus llantas giran y giran, los borrachos que siempre entrecortan las palabras en el medio haciendo difícil entender que carajos dicen, los perros que le ladran a todo lo que pasa allí, en fin los sonidos cotidianos de un municipio con tendencia a ciudad como lo es La Ceja.
Recuerdo muy bien aquella semana de julio de 1996, era lunes y los sonidos comunes de alrededor me arrullaban, excepto por un grillo que entró a la casa y por otro sonido algo raro, era como un gemido, una especie de grito ahogado de una mujer, no era muy claro ni muy fuerte pero ese sonido se escuchaba, ¿Qué era ese aterrador lamento de mujer? Mi piel se volvió de gallina, mi cuerpo temblaba y mis cobijas fueron mi único escudo contra ese fantasma. Casi que no me duermo ese día.
Martes, 10:30 pm, el sonido de lamento de ese fantasma retorno, pero ahora era más fuerte, más penetrante, y parecía que no estaba sola porque el sonido de dolor de un hombre estaba a su lado, ¿vivo encima de un cementerio y fue que ambos murieron juntos o qué? Pero se acabaron los gemidos, ahora eran pasos, pasos que hacían temblar todo el piso del segundo piso de mi casa, nuevamente las cobijas fueron el refugio perfecto para no ver a los fantasmas.
Miércoles y no quería ir a la cama, pero a regañadientes de mi padre me toco ir ya que no me dejo dormir con ellos, otra vez aparece el fantasma con sus sonidos de dolor, esta vez eran mas y mas fuertes, mis oídos no aguantaban la repetición de cada vocal, de cada lamento ¿Qué les paso a ellos a la hora de morir que cada noche sufren tanto? ¿Y porque vivo encima del lugar donde murieron? quería saber que estaba pasando, quería mirarlos a los ojos y decirles que me dejaran dormir, quería ir al baño pero estaba tan asustado que me orine en la cama, al otro día mis padres me regañaron y me pegaron.
Jueves, estaba arto de esos fantasmas, por su culpa me regañaron mis padres, no me dejaron ir al baño, esa noche estaba dispuesto a verlos y gritarles en la cara si es que tenían cara, empezaron los sonidos nuevamente pero me dio miedo, ni me levante de la cama, en ese momento sentí como la cama de mis padres se movía bruscamente, “mis padres están siendo atacados por los fantasmas” me pare de la cama y fui corriendo a salvar a mis padres de los fantasmas, cuando prendí la luz…
Me di cuenta que mis padres durante toda la semana estaban haciendo a mi hermanita.