TÚ PARA MÍ…

Siento tus pasos firmes, tu vos tan fuerte como siempre, igual casi al sonido de un tambor ensordecedor, un ruido intenso en el que podría morir ahogada por tu vos y por la paz ausente, indicando tu presencia una sombra tan inmensa como la del sol al caer la tarde, revelado tu cuerpo entero por la luz de la ventana, mis ojos se disponen inmediatamente en busca de tu reflejo, después de la irrupción que sufre el lugar en la monotonía que lo consume, un solo latido de tu corazón y ya huele a ti, a milo caliente ya siento que toda mi atención se represa en tus palabras, en la seguridad que mendigo cada vez que te veo, en el valor que te sobra todos los días, la fuerza con la que respiras y todo el misterio que te acompaña cuando vienes lleno de prejuicios nuevos.

Llegas como sueles hacerlo agitado, hecho trizas por la rutina, con ganas de ver algo diferente, cansado de la actitud de los demás, de la arrogancia débil con la que suelen juzgarte por la manera en como estas vestido por la decoración que lleva tu cuerpo por tanto acero quirúrgico que desprende toda tu piel, por tu atuendo siempre diferente atendiendo de sobre manera a tu deseo de belleza rara, a tu roll de autoridad y a tu filosofía de vida creo luego existo. Un silencio te acompaña cada vez que llena la luna, un silencio asfixiante que limita toda la energía que te cobija y la satisfacción con la que se te percibe al ofrecerte como el mejor papá, la alegría que emites al conseguir todo lo que quieres al final de un largo día, un beso y un te amo de tu bebé hacen para ti creer que conquistas el mundo cada noche.
Eso que nadie conoce un ser inmortal que vuela cada noche cuando lo dejas respirar cuando duermes y descansas como si no quisieras volver a empezar, cuando sientes que por fin nadie daña tu tranquilidad esa que consigues con tu silencio con el silencio perverso de tus ojos ese que no permites que nadie quebrante porque es tu refugio. Tu soledad la que te cubre de todo lo que quieres dejar, de las cosas que no te gustan que pasen sin avisar, de las que llegan te perjudican y solo después te permiten opinar, cuando ya es tarde, cuando ya crees que han modificado cosas que nunca volverán a estar igual; ese eres tu o por lo menos ese eres tú para mí y me encanta como eres y amo la distancia con la que me trates aunque a veces quisiera matarte y hacerte diferente, pero sería imposible no tendría sentido perder toda la arrogancia con la que me has enseñado a ser fuerte, con la que has construido todo lo que tienes y lo que me ofreces…