Prácticamente empujado por mi mamá entro al baño y como un zombi me quedo parado frente al espejo que solo permite ver que mis ojos están más cerrados que abiertos y que me voy a desmallar, abro la llave del agua y con la primera gota que toca mi cuerpo me doy cuenta que poco agradable será la ducha del día de hoy. En una especie de danza contemporánea empiezo a bañarme metiendo primero la punta de los pies para aclimatar el resto de mi cuerpo, luego en un momento de decisión meto mi espalda que siente como las enormes gotas de agua bajan desde la cabeza hasta los talones y por ultimo entro completamente, un poco más calmado, pues la peor parte ya había pasado.
Con gran pereza, pues hoy toca de gala, me pongo mi uniforme y me preparo psicológicamente para otro día de escuela, mis zapatos son tres tallas más que la mía, así que mis pasos retumban por toda la casa y su alrededor. Mi mamá como todos los días me preparó el desayuno y me lo sirvió en la mesa, yo muy confiadamente me senté y me dispuse a comer cuando en el primer sorbo de chocolate noté que este está tremendamente caliente y sentí como mis papilas gustativas ardían entre ese delicioso aliento. Por decencia con mi madre y para no hacerla sentir mal me quede callado e hice cuenta que nada paso.
Ya completamente listo salí de mi casa dirigiéndome antes que a la escuela a al casa de mi primo el cual estudiaba en mi mismo curso y en la misma institución, tranquilamente recorrí las tres cuadras que me distanciaban de él. A nuestro encuentro lo saludé y él me respondió muy alegremente pues parecía ser un buen día en el cual se sentía muy feliz.
Empezamos a caminar pues nuestra escuela no era muy distante de aquel lugar, conversábamos tranquilamente cuando observamos el reloj y notamos que llevábamos cinco minutos de retraso, entonces apuramos el paso para no recibir los regaños de la maestra Gloria que aunque no era muy brava, cuando nos poníamos necios si se enojaba mucho. En medio de la carrera yo cogí unos metros de distancia, pues al parecer corría más rápido que mi primo.
En un momento inesperado vi en medio de la carretera un animal muy desagradable que retorcía su cuerpo de una forma muy elástica y flexible, era una culebra, un animal que en lo personal nuca me ha gustado y que cada vez que tengo un encuentro cercano con ellas huyo a los brazos de mi mama, en mi miedo y mi afán no alcance a detenerme, así que mi reacción fue saltar por encima de ella y cuando me di cuanta ya había cruzado fuera de su alcance. Mi primo por otro lado si alcanzo a frenar y él que era más fuerte y más valiente que yo por medio de una vara de madera lanzo la culebra lejos, tanto que alcanzo la punta de unos altos arboles que se veían a distancia.
Yo tenia mucho miedo y pensé en devolverme para mi casa, pero me asustaba más regresar solo porque mi primo si asistiría a clase. Decidí mejor continuar el camino pues ya poco nos faltaba, ahora el problema era que ya teníamos un retraso de media hora y la maestra no nos dejaría entrar si no excusábamos nuestra impuntualidad. Entonces debíamos inventar una buena historia para podernos justificar…
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