A la edad de seis a años mi abuelo materno me llevaba al parque junto con mis primos y primas. Algunos de ellos tenían ocho años, y mi abuelo los dejaba manejar bicicletas, pero a mí y a mi prima Lizeth como éramos menores que ellos nos tocaba jugar con muñecas, puesto que estábamos pequeñas y nos podíamos caer de las bicicletas. Pero el caso es que yo era muy curiosa y me llamaba la atención montarme en ellas aunque no sabía manejarlas.
Yo esperé a que mi abuelo se distrajera y le presté la bicicleta a uno de mis primos. Al montarme en ella, mi primo me agarraba pero al mismo tiempo me empezó a andar por todo el parque, y Lizeth se colocaba delante como si yo la estuviera atacando, es decir, estábamos jugando al “toro”.
En el momento del juego mi primo me empujó muy duro y yo caí contra unas escaleras, en dónde me golpié y me hice una herida debajo de la barba, votando así cantidad de sangre; mi primo al verme en ese estado se aturdió y le dio por llorar. Yo tenía miedo de avisarle a mi abuelo, ya que él me había advertido que yo estaba muy pequeña para manejar bicicleta y que además me podía caer.
Mi abuelo al verme votando cantidad de sangre se asustó, me cargó y me trasportó al hospital en dónde un médico y una enfermera me cogieron puntos en la herida, produciéndoseme una cicatriz.
Está situación me ha marcado físicamente el recorrido de mi vida, y cuando muchas personas me preguntan ¿qué te pasó debajo de la barba? me da pena de responderles que lo que me sucedió fue porque no obedecí a mi abuelo y que además no siempre lo que se ve debe producir curiosidad.
Estudiante: Susana Enith Márquez Bracamonte
Programa: Comunicación Social y periodismo nivel 2
Universidad de Antioquia, Seccional Bajo Cauca
tienes buena redacion pero deberias ser un poco mas poetico e intentar que el texto transmita lo que te paso por que lo senti como si estuvieras contando una historia cualquiera y no una que te marco
ResponderBorrar