Todos cuando la miran encuentran en ella características atractivas. Cuando se está con ella se parece estar con una hija a la que se le quiere mucho, se ayuda y cuida. Y también se le aconseja para protegerle de aquellos que no paran de mirarle en esa parte que casi parece tocarle su barbilla, y menos dejan de hacerlo porque ella se permite a sí misma resaltar con todo lo que pueda lo que tiene; a ellos no les importa que parezca niña o que tenga esa carita de las que se estremecen y apenan cuando escuchan atentamente consejos maduros de quien los oriente.
Cuando menos lo esperas, y la haces dormida o fastidiada en su casa, te deja perplejo con lo que pasó esa noche bajo las sábanas. Esa vez, emocionada narraba que a pesar de que el miedo la invadía, ella proseguía, pero procurando conservar la pureza del matrimonio, aunque quizás ésta no lo espere. En un momento estuvo conciente y sin estimulantes en su cabeza; la impulsaba era la atracción física y una voz tierna que era acompañada de palabras adornadas. Vivía el instante de pocas pero intensas horas sin importar herir a alguien. Sin embargo, en aquel lugar no perdió su fruto mas por haber avanzado tan rápido que simularía haberlo hecho. Pero lo que sí hizo, es lo que en consideración pudo ser después, por no tener la fuerza en su apenado rostro de pronunciar un rotundo no, es ahí donde se deja ver su mayor característica, que quien la mire la distingue.
Esa actitud que la identifica le ha permitido continuar un juego que no le interesa, pero simula estar jugando. Pone a vuelo todos sus pensamientos e inventa toda clase de absurdos que montan en las nubes a quien la escuche, y le cree ¿o tiene la suficiente experiencia para hablar de sexo y sus pasiones o es producto de su imaginación?
Hubo un momento en que para no herirme intentó aseverar y tomar su postura, pero no pudo seguir manteniéndola… “Porque ella es así”. Es por eso que continuó y sigue prolongándose dándole vida a un ser que parece depender de ella con ilusiones que le pinta -creo yo- “utópicas”.
Ay niña que a veces no parece ser, más sí cuando escribe lo que su alma le indica y saltan de ella palabras que hacen quererla y apreciarla. Frases que un corazón sin heridas e impurezas puede concebir: mandar mensajes diciendo que te extraña, o un “tqm” para recordarte su amistad, son esas cosas las que la hacen incambiable e imposible de alejártele.
Y algo más, lo que la complementa: en casa o en la plaza cuando nos despedimos, para irnos a dormir, después de una larga e intensa charla sexual o “cursi”, sostiene sus brazos encima de mis hombros y ¡zaz! Pareciera…, pero finalmente es como un abrazo. Toca decir, “amiga,pareciera que fuéramos novios”.
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