“Un ángel impregnado en mi corazón”

Es imposible contener mi alegría, con la que toda mi sangre se llena de amor y ternura, en el se vierte una indescriptible sensación.
Su boquita risueña, sus manitas en mi cara, y su aroma escandente, hacen que me embriague en su cuerpecito. A un no dice “MAMA”, pero lo siento muy dentro de mí con su mirada fija.
A su corto tamaño, con su mucha ternura y sus muchos balbuceos, los cuales me parecen poesía, hacen que en mi se despierte una nueva persona, la cual me circunda en sensibilidad y me retrocede a la niñez.
Cuando me siento sola y triste, lo miro. Me doy cuenta que es todo cuanto anhele y desee. El llena todo mi ser. Cuando oigo sus balbuceos hacen que toda esa tristeza se apague y mi dolor pase, Cuando me abraza todo mi cuerpo vibra de emoción, mis piernas tiemblan y mi mente se nubla, cuando me mira siento que me ahogo en un mar de cariño y pasión. Cuando me besa siento la dulzura de sus labios, cuando lo veo delirio de la emoción y pierdo la razón.
Mi pequeñín te tengo en mis brazos, me siento muy dentro del firmamento y me pierdo en un arco iris rebosando de colores, miro tu carita y me llena de ilusión.
Desde el momento que por fin nos conocimos, me siento un nuevo ser, solo tú has hecho vibrar todas mis articulaciones y has logrado fundirme en adoración.
Eres aquel ángel que Dios me envió para cuidarte y para que te impregnaras en mí.