El viento que roza mi cuerpo y me hace sentir la libertad con la que puedo vivir, acaricia también las hojas de los árboles y les recuerda lo dependientes que son de la rama, crujen, el viento zarandea todo el tronco y ni una hoja queda inmóvil, cierro los ojos y escucho el fascinante sonido que produce el choque de una hoja con otra, me recuerda como suena el agua en la playa cuando llega a la orilla.
Imagino ser el viento volando y disfrutando de mi paso por todas las texturas desde hojas y rostro, hasta techos y nubes. Sigo concentrado el fuerte crujido que se siente en las mangas de atrás de la U, por un momento llegue también a pensar que sería tan fuerte el viento que iba a arrancar de raíz los grades e imponentes árboles.
Todavía con los ojos cerrados, imagino texturas, imágenes, colores, olores y recuerdo que Daniel está conmigo, él es peludo y flaco, hasta podría compararlo con árbol, con un tronco delgado y en lo alto frondoso, él con su i pod acaba de amenizar el momento y recrea mi mente.
Como estoy recostado en la manga observo como el mismo viento empuja las nubes, les da forma y las mueve a su antojo, a mi solo me causa frio en mi piel pero de igual manera disfruto de él, Daniel me dice: “que chimba cuando uno este en la cima de la carrera tocando para un estadio completamente repleto, así como héroes en 2007”, yo me imagino y como si ese ambiente sacara los sueños a relucir continua diciendo: “entonces, ¿vamos montar una banda en la que toquemos nosotros dos?”, que mejor momento para pensar en la música, pensé, yo le dije: “de una parce”, continuamos recostados en la manga, reposando nuestros almuerzos y de paso nuestros sueños a al espera de que llegue el momento de hacer algo.
Imagino ser el viento volando y disfrutando de mi paso por todas las texturas desde hojas y rostro, hasta techos y nubes. Sigo concentrado el fuerte crujido que se siente en las mangas de atrás de la U, por un momento llegue también a pensar que sería tan fuerte el viento que iba a arrancar de raíz los grades e imponentes árboles.
Todavía con los ojos cerrados, imagino texturas, imágenes, colores, olores y recuerdo que Daniel está conmigo, él es peludo y flaco, hasta podría compararlo con árbol, con un tronco delgado y en lo alto frondoso, él con su i pod acaba de amenizar el momento y recrea mi mente.
Como estoy recostado en la manga observo como el mismo viento empuja las nubes, les da forma y las mueve a su antojo, a mi solo me causa frio en mi piel pero de igual manera disfruto de él, Daniel me dice: “que chimba cuando uno este en la cima de la carrera tocando para un estadio completamente repleto, así como héroes en 2007”, yo me imagino y como si ese ambiente sacara los sueños a relucir continua diciendo: “entonces, ¿vamos montar una banda en la que toquemos nosotros dos?”, que mejor momento para pensar en la música, pensé, yo le dije: “de una parce”, continuamos recostados en la manga, reposando nuestros almuerzos y de paso nuestros sueños a al espera de que llegue el momento de hacer algo.
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