De Colombia salió María, una joven de apenas 17 años de edad, embarazada en una situación económica catastrófica y sin nadie que le pudiera ayudar, se ve obligada a aceptar la oferta de trabajo que le presenta un aparecido más en la historia de su vida, una oportunidad excepcional para ella, en el momento tan terrible por el que está pasando; no importa que para poder cumplir sus sueños sacar su bebe y su vida adelante tenga que creer con su buena voluntad y la tanta ingenuidad que apenas la componen que el valor que tiene para irse de mula son suficientes como para conseguir un futuro mejor en el exterior.
Un apartamento, un salario medianamente decente o incluso una estabilidad ficticia, son las promesas que hacen los narcotraficantes y los encargados de la trata de blancas a las personas que con tanta ilusión recurren a ellos, tanto potencial por explotar y las personas solo deciden comerse unas cuantas ciruelitas de heroína y listo ya esta, creen que la única oportunidad de vida es afuera, cuando aquí muy adentro debe estar su destino, Colombia un país donde todo el que llega se quiere quedar, donde las ilusiones son mejores y más emocionantes porque este es un país para soñar, donde la gente es tan diferente que desde el exterior la vienen a buscar, un país que todavía cree en las buenas intenciones y por eso resulta maltratado por los que aun no saben apreciar el paraíso terrenal en el que estamos, donde a lo único que le tememos es al olvido.
Dejar atrás el pueblo, la ciudad natal, los ancestros, una cultura que más que eso es una esencia de vida, un privilegio que no todos pueden alcanzar, un paraíso en el que según las condiciones que salgas no vas a poder regresar. Una víctima más del trafico de mulas fue María una como las mil historias que ya conocemos en nuestro país, una como las que se nos olvidan al siguiente día, porque hay otra tragedia mejor en que ocupar los medios de comunicación, una historia que a pesar de demostrar lo duro e inhumano que es irse de mula no aprendemos a valorar nuestro país y lo que nos ofrece, pretendiendo por medios ilícitos conseguir lo que aquí ni nos hemos preocupado en buscar.
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