Educación de corazón

Fue una época difícil para mí, estudiaba en la noche y trabajaba en el día; en ese tiempo estaba muy desesperada, pensé en dejar los estudios e irme para Medellín a trabajar. Los compañeros de clases estaban preocupados por mi actitud y cuando les era posible conversaban conmigo y me daban consejos, esto era posible solo en el momento que yo se los permitía; pues soy una persona no muy sociable. El personaje que voy a describir lo conocí justo en este tiempo.
Yo tenía 18 años, el es mayor, su piel es color canela. Tenía la oportunidad de verlo dos veces por semana, su carácter es bastante agradable, es muy sociable y en todo momento en su rostro hay alegría. Odia el desorden por lo que a cada rato lo saca de casillas debido a su profesión, nació en Montería pero lleva aproximadamente 20 años residiendo en esta región. Tiene la costumbre de criticar a las mujeres y rebajarlas en tono malicioso y burlesco, cuando se le acerca una mujer de cualquier edad a hacerle una pregunta o consulta siempre la trata de señora, pero esto lo hace solo por molestar, actitud que ha hecho que algunas mujeres le tengan rabia.
Lo que le falta de estatura lo recompensa ese corazón y esa bondad que refleja frente a personas que acuden a su ayuda. A su lugar de trabajo visitan muchas personas que buscan ayuda y el muy amablemente les atiende. Es bastante listo en situaciones académicas. No cree en nada, ni en su sombra. Es muy atento y cariñoso con la persona que le inspira confianza, siempre tiene en su rostro una sonrisa maliciosa pero amable al mismo tiempo. En sus discursos de economía, filosofía y política siempre da lo mejor de él. Cuando ejerce su trabajo lo hace de una manera tan profesional y con esa alegría y carisma que caracteriza a las personas que hacen las cosas con amor. Por su carácter fuerte uno llegaría a pensar que la nobleza no tiene cabida en su corazón pero cuando experimenta situaciones difíciles o injustas y se las da a conocer entiende uno, que él es una persona normal como todos de carne y hueso.
Ama tanto a los niños que se molesta demasiado cuando experimenta situaciones de maltrato y violación. En sus clases además de centrarse en sus materias siempre aconseja a sus pupilos como los llama el sobre la importancia del buen hacer, el respeto, la tolerancia, el amor, la bondad y un sinfín de valores que hacen al buen ciudadano.