Los usuarios que llegan al Hospital, llegan con su ropa sucia, una vieja camiseta, un pantalón y una buenas botas de caucho, sentándose en las pocas bancas que tiene destinada la institución en la sala de espera. Supuestamente hay un vigilante presente, por si se presenta algún problema de orden social, pero este mantiene metido en la oficina del recepcionista, además no hay ningún control a la hora de ingresar los pacientes o familiares de estos. La mayoría de estos usuarios, en las horas de la mañana de los fines de semana, vienen aporreados, con lesiones por parte del alcohol o la droga y otros es por accidentes viales.
La Clínica, es visitada generalmente por los que tienen carro particular, pues ésta queda retirada de La Ceja. En la portada hay dos o tres vigilantes, que controlan el paso y el ingreso de pacientes y familiares. Sus usuarios, son personas generalmente, de clase media o alta, sus ropas ya son más cuidadas, de pantalones y camisetas nuevas y alguna chaqueta de marca. Estos se ubican en una sala de espera cómoda y relativamente grande; además, cada cierto tiempo se pasea una persona de seguridad privada para, no solo vigilar, sino también para ayudar a trasladar a las personas que salen en camillas y que necesitan ir a otro lugar. Las personas prestadoras de este servicio, vienen principalmente por enfermedades inmediatas, fiebres, algún tipo de dolor y diferentes síntomas que pueden considerarse graves para la vida humana.
Por supuesto, que los dos lugares tienen algún sitio o modo de ingerir algo, en el Hospital, al frente hay una cafetería que te brinda la posibilidad de tomarte un té o una agüita aromática. En la clínica, por el contrario, tienes que recorrer un pequeño pasillo para encontrarte con dos grandes máquinas, una te ofrece todo tipo de dulces, desde un pequeño empaque de galletas, hasta una gran chocolatina Jet; y la otra máquina te brinda toda variedad de bebidas calientes, tinto, capuchinos, incluso calditos o sopitas calientes. Mostrándonos, de esta manera, la gran diferencia de estas dos instituciones prestadoras del servicio de la salud.
Cabe resaltar que en los dos hay un televisor al frente, destinado a que la espera se haga un poco más llevadera y algo más “rápida”, y estos se centran en los programas de telenovelas, en el Canal Caracol o RCN, como si la propia historia no fuera una tragedia, pues es que en los programas de estos dos canales es eso lo que se ve dolor, muerte y miseria.
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