Era alguien que tenía a su favor la juventud, la misma que reflejaba en su cara cuadrada que siempre llamaba tanto la atención, esos ojos grandes oscuros y vivaces que cuando miraban intimidaban, una nariz pequeña aunque un poco chata, en esa sonrisa tan perfecta donde le hacían juego esos labios gruesos y sexys que provocaban con solo verlos moverse, cuando él hablaba su pelo corto y oscuro como el color de sus ojos, pues siempre le gustaba llevar un corte recto o quizás formal, un color de piel canela que mas que ser la muestra de un bronceado, era el reflejo de un color natural y lucido para otros ojos, una tez bonita acompañada de un cuerpo musculoso o más bien de una figura proporcionada, porque le encantaba el deporte, era fanático del voleibol y la natación, todos los días practicaba uno de los dos ejercicios, no sólo porque le gustaba sino por mantenerse bien físicamente y saludable, él sabía cuidar su cuerpo se restringía de comer cosas que le gustaban sólo por conservarse, le fascinaban las hamburguesas y podría ser provocado una y otra vez pero nunca se comía una sola.
Quería seguir siendo admirado por tantas mujeres como fuera, de verdad le gustaba a muchas, hacia que disfrutara de su presencia con sólo verlo pasar al otro lado de la calle, con esa pantaloneta corta que lo caracterizaba y por ende le dejaba mostrar esa pierna gruesas, tonificadas y torneadas, era rara la vez que se veía vestido con ropa formal, es decir un jean, camisa, zapato casual, la mayoría de veces portaba una prenda corta, camisilla, tenis y un bolso donde guardaba una toalla, termo para el agua entre otras cosas.
A pesar de ser una persona convencida de lo que tenia físicamente, porque así se lo hacían sentir, en realidad era un papasito y su personalidad era hermosa, por que el hecho de admirarse por el físico que tuvo no dejaba de ser ese ser tan humilde y especial que lo hacía ver aun más perfecto, era muy cordial se relacionaba con todo el mundo, era extrovertido, tenía una calidad humana grandiosa, adoraba a su familia y a una afortunada mujer que fue su novia en ese tiempo y por supuesto a su trabajo el que lo hacía sentir más feliz aun porque hacia lo que le gustaba, trabajaba en la emisora del pueblo donde vivía, y era esa persona especial que alegraba las mañanas de todos nosotros sus fieles oyentes, y ese ser sociable que alegraba las tardes de la gente con solo escuchar esa voz gruesa, llena de entusiasmo, alegría y humos, desafortunadamente ya no está con las personas que lo queremos pero estará siempre en nuestro recuerdo.
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