Serán entonces muchas las noches, las luces y los amoríos que incontables veces queremos inmortalizar en un papel, para tenerlos siempre y no dejar de recordarlos. Es entonces el poema el método adecuado para hacerlo, de la mejor y más majestuosa manera posible, y saber que no se trata de palabras adornadas, sino el pensamiento mismo inyectado en la tinta de la pluma que hace perdurar el infinito espacio de tu memoria.
En este caso serán solo cinco pasos fundamentales para escribir un poema, sin dejar de lado el problema social de que un individuo no pueda aprender a leer ni a escribir, problema que por causa de la pobreza es más constante y visible en el oriente de Antioquia.
Primero que todo, es necesario saber que la situación a palpar en el poema preferiblemente no debe ser buscada, sino que debe ser una situación totalmente casual y encontrada, pues no se trata de rebuscar una razón por la cual escribir, sino que las razones deben llegar a nosotros.
Posteriormente debemos tener en cuenta que en la mayoría de las veces, la memoria misma dicta palabras, que aunque no se acoplen al tinte que le queremos dar al poema, son necesarias y deben ser puestas sin duda alguna, pues de esta manera, se irá perfeccionando el ejercicio y con el tiempo nos daremos cuenta que las palabras solas crean el poema a nuestro gusto sin prohibirnos poner esos términos indicados.
En el tercer paso recalcaremos la necesidad de no pedir calificaciones con respecto a si tus resultados escriturales son buenos o no, pues las respuestas están en ti mismo y en el tiempo de la palabra. Puedes enseñar tus poemas a las demás personas si sientes que es necesario, pero primero permítete escudriñar en lo más profundo de tu sentimiento y capacidad de auto calificación, y con el tiempo entenderás que tus poemas son buenos. Hay que tener cuidado, porque hay muchas personas que escriben durante mucho tiempo sin recibir resultado alguno, si esto sucede, es la hora de acudir a una persona con experiencia y recorrido en el poema para recibir entonces algunos consejos y darte cuenta si sirves o no para escribir poemas.
Como cuarto punto está la necesidad de seguir tus gustos con respecto a la extensión del poema, pues muchas veces se presentan confusiones y opiniones que van en contra de tus preceptos. Sin embargo es necesario tener en cuenta que un poema muy extenso carece de detalle y de encanto si no se tiene la madures literaria adecuada, por lo que debes tener cuidado y ser precavido a la hora de escribir, pues en pocas palabras lo puedes decir todo.
En el quinto y último punto, recomiendo que leas muy buenos poemas, todos los días hay que leer por lo menos uno, al igual que escribirlos. Entre más constancia tengas con el ejercicio poético, perfeccionarás tu capacidad, y el poema pasará a ser parte de tus días, de tus luchas y por último un placer casi inacabable. Autores como Mario Benedetti, acudir a el romanticismo de Julio Flórez o a la tragedia y el amorío de Alejandra Pizarnik, hace que el poema sea una de las ceremonias más puras en tus laberintos personales.
De esta manera, aportaremos de alguna manera a el mejoramiento educativo en la región, pues comenzaríamos a crear espacios de lectura y escritura con el fin de promover el interés literario a lo largo de las mentes y las razones de las personas del Oriente Antioqueño.
Y para terminar les regalo este pequeño fragmento propio, con el mayor cariño y respeto.
Equilibrio poético
En este mundo,
en este desgarrador y desequilibrado mundo del poema,
viven por mí
las mas infructuosas ideas,
en el infinito espacio de tu memoria.
Daniel Santa Isaza
Comunicación social – Periodismo
U. de A. Oriente
Base teórica: http://www.ciudadseva.com/textos/teoria/opin/rilke.htm
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