Este hombre que, por el título que lleva su cargo, debería propender por el buen uso de los espacios públicos de la ciudad, y distribuirlos, no prohibir su uso, no hace más que enviar a sus súbditos a las calles del centro de Medellín a buscar a una víctima, a una jugosa víctima a la cual quitarle la mercancía que con esfuerzo consigue para comercializar sin necesidad de pagar un local para llevarle el sustento diario a su familia.
¿Cómo es posible mandar a hacer tales cosas y dormir tranquilo? Se necesita tener un corazón muy duro para vivir en paz después de ser el autor intelectual de dicha atrocidad, o más bien, no tener uno. Además, Pachito, afirmó que las actuales normas que regulan la ocupación y el manejo del espacio público por parte del comercio informal están rezagadas frente al desarrollo económico y las actuales condiciones sociales de Medellín
Hace unos días me tocó ver cómo a Lucía, una mujer de aproximadamente 29 años, comerciante informal de música, le quitaron toda su mercancía en un abrir y cerrar de ojos, sin darle tiempo de defenderse. Ver el cuadro de los secuaces del doctor Henao llevándose la mercancía que representaba el alimento de los tres hijos de esta ciudadana fue como ver a un niño que está tranquilo jugando con algún juguete que comparte con sus hermanos, y de repente llega el mayor de ellos y se lo arrebata violentamente porque cree que por ser más grande posee mayores derechos que su hermano pequeño y puede hacer con él lo que se le dé la gana. Así funciona esto, Lucía y Francisco son hijos de la misma ciudad, Pachito es el mayor y Lucía la menor.
[1] Tomado de: http://www.centropolis.com.co/index.php?option=com_content&task=view&id=294&Itemid=51
Hola amor. Me gusta como remataste el texto, es un final creativo. Y sabes que se me ocurre, investigar ¿Quién fué el individuo a quién se le ocurrió implementar estas medidas
ResponderBorrarcon espacio público? Tal vez el pobre pachito no tenga otra forma de comprarse su canasta de huevos.